Ha llegado a buenas horas la remodelación de este santuario del pillaje y es que durante el mes de julio del presente año, sin covid ni chinerías que valgan, Google ha decidido gentrificar uno de sus espacios más abandonados: Blogger.
La noticia, hasta donde respecta a quien compone las presentes líneas, no ha hecho mayor revuelo en la red —aunque, bien mirado, en cualquier triste recoveco de Internet puede acaecer, o no, miraclo o cataclismo sin que nadie apenas lo note—, pero parece venir bien y en consonancia con el más reciente cambio de look de nuestro emblema, que dejó atrás los bordes toscos y los trazos torpes para dar cabida a una constitución harto más limpia, sin abandonar su natural ni su origen.
Vamos a ver cómo nos pinta esta nueva interfaz. Cabe destacar, no obstante, que ya se dejan entrever algunas goterillas; por ejemplo, las etiquetas tienen límite de caracteres, algo que no sucedía en el entorno antiguo. Habrá que ver qué soluciones nos dan los ingenieros.
Por mientras, solo se me ocurre pensar, caro lector, que vinimos a cambiar a buenas horas.
Vale.

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