Hubo una vez un rey llamado Alrekr, quien
vivía en Alrekstaddir y gobernaba Hordaland. Estaba casado con Signy, hija del
rey de Voss. El rey tenía un escolta llamado Kollr, quien lo acompañó al norte
a Sogn y mucho le habló de la belleza de Geirhildar, hija de Drif, a quien
alguna vez vio elaborar cerveza. Y le dijo: “debéis hallar la manera de
poseerla”.
Geirhildar
recibió la visita de un tal Hottr mientras tejía, pero Hottr era en realidad
Odin. Él le prometió que el rey Alrekr sería su esposo, pero a cambio deseaba
que sus oraciones fueran solamente para él. Alrekr la vio cuando ya regresaba a
su hogar y se casó con ella ese mismo otoño.
Pero
el rey no pudo conservar a sus dos esposas debido a sus diferencias, y declaró
que se quedaría con la que le preparase la mejor cerveza cuando regresara de
sus campañas.
Ambas
mujeres compitieron para elaborar cerveza. Signy le rezó a Freyja, y Geirhildar
a Odin. Odin escupió en su cerveza y le dijo que, a cambio de su ayuda, deseaba
lo que se encontraba entre ella y el recipiente.
Resultó ser buena
cerveza. Entonces Alrekr dijo:
Geirhildar, niña,
es ésta buena cerveza
si no viene la desgracia con ella.
Veo a tu hijo, mujer,
colgado de una elevada horca,
vendido a Odin.
Y por aquel entonces nació Vikarr, hijo de Alrekr y Geirhildar.
[1] Primer capítulo
de Hálfs saga ok Hálfsrekka. Anónimo
del siglo XIV. Traducción realizada por Erasmo W. Neumann sobre la
interpretación libre de Jackson Crawford.
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