“¿Qué es un fantasma? Un instante de dolor, un sentimiento suspendido
en el tiempo como una fotografía borrosa, como un insecto atrapado en ámbar… un
fantasma, eso soy yo”
El espinazo del diablo
Desde ahora vas a creer en fantasmas. Y tendrás miedo.
Cuando en la noche te despierte el tambor que habita tu corazón, tendrás miedo;
buscarás las razones del ruido afuera, entre los árboles, entre el aire, entre
las paredes de una casa que no te contiene, pero que te enjaula.
Te mirarás al espejo y no reconocerás en él lo que ves y
mirarás mil veces y esas mil veces te desconocerás, te sentirás perdido,
rodeado de las palabras que desechaste cuando te rendiste aquel día. Nunca
sabrás que soy yo porque no me sabes fantasma, ni siquiera me sabes tan lo que en verdad soy.
Y escucharás algo en el aire, algo como un murmullo
imposible de descifrar y un frío viajará por tu espina dorsal, sentirás cómo
tus huesos crujen en soledad. Una ráfaga de luz te hará recordarme por un
instante, un momento tan tenue que después se volverá insignificante. Pero no
importará, porque por una noche, por un momento casi imperceptible tendrás una
batalla en la oscuridad y lo que has suspendido hará un remolino dentro de ti y
sospecharás que eres tú el que ya no está vivo, el que ya no respira.
Mi voz hará eco en tu cabeza sólo una noche, frente a tus
ojos viajarán mis palabras y sentirás que te hablan, pero no podrás contestarme
porque soy un fantasma; y me verás y la luz te estallará la
cabeza, y me escucharás y te dará vergüenza, y tu sonrisa no tendrá fin, pero
tampoco el miedo, y mis ojos te verán sin ser para ti, y mi voz hablará, pero
no te hablará a ti, y mi tiempo pasará, lejos de ti. Tendré sólo una vez entre
todo tu ruido para devolverte un poco de tormenta y una noche me basta para
saber que aunque no quieras, vas a creer en fantasmas.
Publicar un comentario