Bullying (acoso escolar)

He estado leyendo por Internet un artículo sobre un programa que se está llevando a cabo en los colegios de Finlandia para acabar con el acoso escolar o bullying y que parece estar teniendo éxito en un 90% de los casos. Me parece genial. La sorpresa me la he llevado cuando, más abajo del artículo, me he puesto a leer los comentarios y la mayoría de ellos no aludían a dicho programa, sino que iniciaban un debate sobre si se debe utilizar en el idioma español la palabra bullying o el término "acoso escolar", y a este debate se han ido uniendo más internautas, llegándose a convertir el tema de los anglicismos en el principal y más importante.

Esto me ha recordado a otros artículos relacionados con la violencia de género, la homofobia o el racismo, dentro de los cuales (al menos en España) trasciende más el uso correcto de la gramática de cada idioma o el simple nombre de una marca comercial, que la raíz, las consecuencias y las posibles soluciones de un riesgo psicosocial o de un verdadero problema que está causando daños físicos y psicólogicos y que está matando a personas, ya sea mediante el asesinato o el suicidio.

Y la verdad es que tampoco entiendo cómo me ha sorprendido tanto, si vivo y nací en un país donde se opta más, porque es más cómodo, por criticar al gobierno que por ir a votar. Donde interesa más la vida privada de un personaje público que su trabajo, o comprarle un teléfono móvil a tu hijo y permitirle acceder a internet antes de que sepa multiplicar, que haberle inculcado desde pequeño unos valores éticos que ahora se dejan caer únicamente sobre los profesores y el sistema educativo y no sobre nosotros, ya que como vivimos en la era digital, debemos todos dar por hecho que sólo moviendo un dedo vamos a engendrar y a parir hijos inteligentes y con sanos valores morales.

Me llama la atención que gastarse más de 100 euros en el último iphone para que un niño de apenas doce años no se sienta diferente al resto porque sus compañeros también lo tienen, no duela tanto al bolsillo a unos padres como que en los libros se aplique un 21% de IVA y que se haya incrementado el precio de las tasas universitarias, cuando ese niño no muestra ningún interés por leer un libro y, probablemente, no vaya a ir nunca a la universidad porque tiene más faltas de ortografía que yo cuando tenía seis. Esos padres son los que más se quejan del recibo de la luz, pero cambian de teléfono más que de calzoncillos o de bragas porque eso les hace sentirse mejores que los que no lo cambiamos hasta que se nos rompe. Y me llama la atención que además se escandalicen cuando su propio hijo acose a otro por ser diferente o que él mismo sea víctima de acoso escolar por el mismo motivo.

A mí no me sorprende eso ¿Acaso no es lo que les estamos enseñando?

Nos mandan desde Finlandia la solución al acoso escolar porque a ellos les funciona y ni le prestamos atención porque en el artículo se utiliza la palabra "bullying”. Pues si se trata de llamar a las cosas por su nombre y en nuestro idioma, yo debo decir que somos "bastante gilipollas" (que no se puede traducir al inglés) y que por ese motivo a nosotros no nos va a funcionar ese programa, en caso de aplicarlo, aunque sí funcione en otro país, pues quizás a sus habitantes les importe mucho más de qué estoy hablando en este texto que de si alguna expresión que utilice está escrita en inglés, en ruso o en chino.

Si nuestros niños están viendo desde su iphone los comentarios de los papás, centrándose en una sola palabra de un texto de cuatro páginas e iniciando un debate por esa simple palabra ¿nos sorprende que a ellos les importe más aprender a subir fotos a Instagram que aprender historia o matemáticas? Primero habría que enseñarles, desde el ejemplo, qué es prioritario y a qué se debe prestar más atención en determinados momentos, algo que ni nosotros mismos sabemos diferenciar.

Si los papás insultan a quienes no piensan como ellos ¿de verdad se sorprenden cuando el nene llama gorda a su compañera de clase o maricón a su compañero? ¿O les choca tanto que su propio hijo sea insultado y perseguido porque es más flaco, más lento, más alto o más "lo que sea" que los demás?

Tratar de que un niño aprenda lo que es el respeto y la tolerancia dentro de la sociedad en la que yo vivo es como pretender que un bebé aprenda a hablar siendo criado en la selva únicamente por monos.

¿Cómo se puede aplicar aquí en España un programa contra el acoso escolar cuando lo primero que hay que hacer es detectarlo? Si eso aquí es imposible, pues se contempla el acoso laboral y la destrucción psicológica de miles de trabajadores al año como algo natural y que viene implícito en el salario y la mayoría o lo acepta o lo practica. ¿Cómo se podría aplicar, si la solución consiste en actuar directamente sobre el acosador y los testigos (de forma educativa, no violenta) cuando aquí lo primero que se hace es instigar a la víctima a que sea menos débil y animarla a que se enfrente al acosador, enseñándole técnicas psicológicas de defensa? Aquí se cambia a la víctima de colegio, como si el problema fuese ella.

En primer lugar habría que educar a todo un país y no a los niños, y eso me parece bastante difícil.

Han descubierto una forma para erradicar el acoso escolar, la están aplicando, les funciona y nos la enseñan. ¡Ah! Pero ni puto caso porque han usado una palabra en inglés y aquí se habla español. Vamos a arreglar esto discutiendo mientras los niños siguen siendo acosados. Y ya pararemos de discutir cuando se suicide otro niño para llorar un ratito y lamentarnos por ello.

¡SOMOS GILIPOLLAS! Y esto sí que es muy español.

Autor de la imagen: Anarkomik.

Publicar un comentario

Copyright © Pillaje Cibernético. Diseñado por OddThemes