Rosemary...

“Evil” es una de las canciones más sonadas de Interpol. Se desprendió de su segundo material discográfico, Antics, publicado en 2004, y desde entonces es un favorito entre los seguidores de la banda y no falta en ninguna de sus presentaciones. Este tema, además, destaca entre toda su obra por el particular contenido de su letra, que ha dado pie a una interesante interpretación: aunque la banda jamás lo ha confirmado o desmentido, existe la creencia de que “Evil” está inspirada en la vida y hechos de Fred y Rosemary West, una pareja de asesinos seriales británicos.

Norman, la estrella del video musical de "Evil"

Rosemary Letts, quien más tarde adoptaría el apellido de su esposo, nació en Devon en 1953 y creció en un ambiente de maltrato e incesto: durante su adolescencia fue víctima de abuso sexual por parte de su padre y ella, a su vez, hacía lo mismo con su hermano menor. Precoz, pronto se entregaría a la prostitución en Bishop’s Cleeve, una villa cerca de Cheltenham. En 1969, a la edad de quince años, comenzó su relación con Frederick West, un hombre doce años mayor, divorciado, con dos hijas de su primer matrimonio y un historial de violencia y sadismo que disimulaba con maestría, al igual que el hecho de que había asesinado a dos mujeres. Rosemary no tardó en darse cuenta de que Fred era su hombre ideal, pues no sólo venía de un hogar igual de siniestro que el suyo, sino que era tan promiscuo, depravado y agresivo como ella. Juntos engendraron a una hija, Heather, en 1970 y poco después de su nacimiento Fred fue a prisión por robar autopartes. 

Fred y Rosemary a principios de los 70

Durante su ausencia, Rosemary cogió el hábito de golpear y humillar a sus hijastras, lo cual culminó con la muerte de una de ellas. Cuando Fred salió libre en 1971, este hecho no le importó gran cosa y, gustoso, se sumó a las crueles prácticas de su pareja. Juntos asesinaron a la ex esposa de Fred ese mismo año, pues ambos la consideraban una amenaza a su vida amorosa, y tras casarse emigraron a Gloucester en 1972, en donde establecieron una casa de huéspedes que serviría de fachada para sus crímenes. Allí, Rosemary retomó la prostitución por sugerencia de Fred, y para tal fin dispusieron una habitación acondicionada de manera que él pudiera asomar mientras su mujer atendía a los clientes. Entre sus visitas frecuentes estaba su propio padre. Como resultado de sus actividades, Rosemary engendró ocho criaturas cuya paternidad desconocía. Al mismo tiempo, la pareja ejercía una inhumana violencia física y sexual contra sus hijos y obligó a las niñas mayores a prostituirse también. 


En 1973 los dos fueron denunciados por una niñera luego de que intentaran abusar de ella, pero la chica no tuvo el coraje para testificar contra ellos en la corte y el caso se desmoronó; si las autoridades inglesas hubiesen imaginado la clase de monstruos que tenían enfrente se habrían prevenido los horrores venideros. Entre 1973 y 1987 Fred y Rosemary West torturaron, asesinaron y desmembraron, como mínimo, a diez chicas que después enterraron en su jardín, bajo planchas de concreto. Su última víctima conocida fue su hija mayor, Heather, pues temían que los expusiera. 

Fred y Rosemary West en 1994... Y Paul Banks

Fue hasta 1992 que la policía comenzó a investigar a la pareja luego de que una de sus hijas revelara a un conocido las violaciones de su padre y la historia llegara a las autoridades. Debido a la escasa evidencia en su contra, pasarían dos años para que arrestaran a Fred West, quien una vez acorralado confesó los asesinatos (más de los que se pudieron comprobar) pero libró a Rosemary de toda culpa. Cuando la policía exploró la casa halló numerosos videos pornográficos, parafernalia BDSM y los restos de las victimas, enterrados donde Fred señaló. Rosemary fue detenida poco después. Por supuesto que el caso atrajo considerable atención mediática.

Fred West se suicidó en la prisión de Winson Green el 1 de enero de 1995 antes de enfrentar juicio y Rosemary sirve una condena vitalicia en la prisión de Low Newton, cerca de Durham. Su casa, situada en el número 25 de Cromwell Street, en Gloucester, fue demolida en 1996 y ahora es un sendero peatonal.

25 Cromwell Street antes y después de 1996

De ser cierta la asociación de “Evil” con la pareja, la canción —cuyo título le va como anillo al dedo— consistiría en un cínico discurso que Fred dedica a Rosemary, probablemente desde el más allá, y se sumaría a otros tantos éxitos del rock y el metal inspirados en las biografías de asesinos seriales.

2 comentarios :

  1. Que increíble la impunidad que tuvieron éstos dos durante años, no conocía la canción, la voy a escuchar.
    Soy de Seamos Seguidores, te sigo!
    https://ilustradorabuho.blogspot.com.ar/?view=snapshot

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  2. @Sabrina Jiménez Es verdad. Hace a uno reflexionar sobre lo mal que puede estar el mundo. ¡Gracias por leernos, Sabrina! ¡Te seguimos de vuelta!

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