T.M.N.T. Tournament Fighters
Las generaciones recientes no lo saben,
pero las Tortugas Ninja (T.M.N.T. por sus siglas en inglés) fueron
tremendamente populares a finales de los 80 y principios de los 90. Las series
animadas, películas, cómics y juguetes actuales no tienen ni una décima del
éxito que tuvieron los muchos productos que emergieron de la franquicia en
aquellos años. Videojuegos entre ellos, por supuesto. El arcade de 1989 se sostiene como uno de los gabinetes más populares
de todos los tiempos y sus adaptaciones a PC y el NES son legendarias entre los
gamers de la vieja escuela, y estos
súper populares personajes también se sumaron al boom de los juegos de pelea en 1993 con T.M.N.T. Tournament Fighters.
Quizá
la principal curiosidad de este título fue el hecho de que Konami realizó de
manera simultánea tres puertos independientes para tres consolas distintas (el
NES, el SNES y el Mega Drive) y todos eran muy distintos entre sí: los
controles eran diferentes, la mecánica era diferente, y los personajes eran
diferentes salvo por las cuatro tortugas. De estas tres versiones del juego, la
más popular fue la de SNES, así que nos centraremos en ella para este artículo.
La
versión de 16 bits de Tournament Fighters
no era una copia al carbón de SFII;
de hecho, era un título bastante original y divertido que incorporó numerosos
elementos de otros juegos e introdujo los suyos propios. Por ejemplo, Tournament Fighters fue uno de los
primeros juegos en contar con una barra de poder que se llenaba conforme más
ataques se conectaban, la cual permitía ejecutar un movimiento especial único
para cada personaje que causaba gran daño al oponente y era particularmente
útil para ganar ventaja durante un round,
o bien, revertir el desenlace de un combate en el último momento. Asimismo,
ofrecía distintas modalidades de juego como el torneo en el que un jugador se
abría paso a través de todos los contendientes hasta encarar a los jefes
finales, el modo de historia que enfrentaba a las tortugas con una selección de
rivales dependiendo del resultado de los combates y otras decisiones que se
tomaban durante el juego, y el típico versus
para dos jugadores.
Tournament Fighters también tuvo la
peculiaridad de introducir a muchos fans de las Tortugas Ninja a los cómics de
Mirage Studios y Archie Comics, pues una de las principales preguntas que nos
hicimos quienes lo jugamos en los 90 al ver al elenco de peleadores fue: “¿y
estos sujetos quiénes son?”. Y es que para la mayoría de los aficionados el
canon era la serie animada de 1987, que era mucho más infantil y familiar que
las historietas y omitía a muchos personajes propios de las páginas como
Armaggon, Wingnut o War; en ese entonces la mayoría de nosotros no tenía ni
idea de quién era Karai y por qué era ella —y no Shredder o Krang— el jefe
final del juego.
Otro
dato curioso es que Tournament Fighters
fue el segundo título de peleas en generar una controversia sexista que tuvo
que resolverse al momento de trasladar el juego del mercado japonés al
norteamericano, y es que Aska, un personaje femenino creado exclusivamente para
el juego, vestía un atuendo un tanto revelador que permitía apreciar sus
encantos al ejecutar algunos movimientos (sobre todo uno en el que golpeaba al
oponente con el trasero); puesto que los censores estadounidenses consideraron
que aquello era demasiado fanservice,
tuvieron que modificar su vestimenta para que “mostrara” un poco menos y darle
una pose de victoria en la que no le rebotaran las bubis. El primer título en enfrentar algo parecido fue
Fatal Fury 2.
T.M.N.T. Tournament Fighters fue un
título bien recibido en el mercado casero pero no produjo una sola secuela y a
la fecha es una de las pocas incursiones de las Tortugas Ninja en los
videojuegos de pelea.
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