El odio irracional a los ciclistas

Texto original de Maddox
Traducción de E.J. Valdés

Cuando tenía uno o dos años y comencé a montar bicicletas no tenía idea de la cantidad de automovilistas llorones y soplapollas que hay allá afuera. Un automovilista soplapollas es alguien que se cree con derecho a conducir a donde sea, se queja del tráfico mientras contribuye al mismo, y toca la bocina a los ciclistas cuando él o ella deja de textear lo suficiente para percatarse de su existencia. Este video resume el odio irracional de las personas hacia los ciclistas:


Las bicicletas ahorran tiempo, dinero y salvan vidas, ya es hora de dejar de quejarse de ello.

Conducir apesta y es peligroso, pero uno de los más grandes riesgos con los que puedes toparte en el camino son las lágrimas de los pusilánimes y llorones automovilistas que se quejan de los ciclistas. Cada que vayas a una universidad, centro comercial o a algún estacionamiento y des vuelta tras vuelta buscando un espacio disponible, piensa en cuán peor sería la situación si todo mundo condujera. ¿Alguna vez te has sentido afortunado en un estacionamiento por haber conseguido el último cajón disponible? No fuiste afortunado, idiota: obtuviste ese cajón porque alguien decidió moverse en bicicleta ese día.

Si estos ciclistas decidieran conducir:


Este estacionamiento se vería así:


¿Cuál es la principal queja que los automovilistas tienen de los ciclistas? Que los ciclistas son lentos... Sí, claro. Por fortuna hay una solución muy sencilla: sólo gira tu volante dos grados a la izquierda y cierra la boca. Si no puedes rodear con seguridad a alguien que abarca el mismo espacio que un peatón, entrega tu jodida licencia de conducir y quédate en casa. Los ciclistas no ocasionan embotellamientos, idiotas. ¿Saben qué los ocasiona? Los automóviles. Aquí va la prueba: ¿no sería genial que las ciudades tuviera zonas libres de bicicletas en las que sólo los automóviles pudieran circular? De hecho, las tienen: se llaman autopistas[1]. Están llenas de autos solamente todos los días. No peatones. No bicicletas. No cruces peatonales. Y sin embargo, milagrosamente hay embotellamientos en las autopistas a diario. Además, cada ciclista que ves en el camino equivale a una persona menos comprando esa gasolina de la que tu coche depende; todos estos imbéciles quejosos están ahorrando gracias a los ciclistas.


Otra queja es que los ciclistas son peligrosos, así que me puse a investigar y he aquí la cifra de personas que los ciclistas matan en promedio todos los días: cero. En 2013 la ciudad de Nueva York publicó una estadística que señalaba solamente unas 316 lesiones a peatones en las que estuvo involucrada una bicicleta. Solamente una fue fatal. Los automóviles, por otro lado, arrojaron 12,679 lesiones y 177 de ellas fueron mortales. Miren, lo entiendo: yo también manejo de vez en cuando y sé que en ocasiones los ciclistas pueden ser unos imbéciles. Si eres conductor, relájate y deja de tomártelo personal cada que veas a un ciclista en el camino. Ellos sólo intentan llegar a su destino sin estamparse contra la puerta abierta de un coche. Y si eres ciclista, oríllate un poco si te es posible y deja que los autos pasen. También, cierra la boca y deja de decir a los conductores que compren una bicicleta; no todo mundo puede montar una bicicleta por discapacidades físicas, trabajo o las distancias que deben recorrer.

Conducir no tiene por qué ser una mierda, y es hora de que los automovilistas dejen de escurrir lagrimones salados sobre el asfalto; es hora de que se fajen los pantalones y comiencen a apreciar a los ciclistas.

Estos idiotas llorones son incorregibles. Y antes de que me tachen de ser alguna especie de activista a favor de la granola y el ciclismo, hay un hecho importante que deben considerar: me importa una mierda el medio ambiente. No me desplazo en mi bicicleta porque tenga alguna ilusión de salvar el planeta. No lo hago para disminuir mi huella de carbono o reducir nuestra dependencia del petróleo extranjero o algún otro de los estúpidos motivos hippy que las personas emplean para que los demás se sientan culpables y se suban a las bicicletas.

Yo monto mi bicicleta porque soy rudo. Es rudísimo ir de un lugar a otro con el puro poder de tus músculos. Debes pensar rápido y prestar atención para evitar la muerte en el tráfico mientras pedaleas —justo lo opuesto de lo que la mayoría de los conductores hacen hoy día puesto que son adictos a revisar sus teléfonos por la dopamina de unos cuantos “likes” más en sus redes sociales—. El ciclismo se trata de ser eficiente. ¿Qué clase de rudo sería alguien que desperdiciara su tiempo? Ninguna clase de rudo. Es por eso que soy tan eficiente como es posible cuando se trata de transporte. Si vives en una ciudad mediana o grande y la distancia que recorres es menor a 2 millas (3.2 km), no hay manera más rápida de viajar a través del tráfico pesado que en bicicleta.

Si tomas en consideración el tiempo que te toma encontrar un lugar de estacionamiento, las bicicletas hacen pedazos a los automóviles. De hecho, en una carrera reciente entre una bicicleta, un automóvil y el transporte público, la bicicleta los venció a todos en un recorrido largo a través de Nueva York y Los Ángeles. Quien lo dude puede comer mierda:


Si crees que los automóviles son más rápidos que las bicicletas, la próxima vez que rebases a un ciclista presta atención a lo rápido que te alcanzará y te pasará de largo en el siguiente semáforo. Cada vez que te detienes tras una larga fila de coches en una luz roja, el ciclista se sitúa hasta el frente, así que mientras tú chupas mierda en tu endeble remolque, el ciclista está ocupado avanzando en la vida.

Además, el ciclismo hace tus piernas duras como la mierda. Les garantizo que puedo quebrar la cabeza de un niño con mis piernas. ¿Dos niños? No hay problema. Joder, que sean gemelos: muertos.

Lo peor de los automóviles es el aire acondicionado. Nada me castra más mientras conduzco que el aire acondicionado. Si necesitas acondicionar tu aire para que te sientas lo suficientemente cómodo para conducir, ve a comprar una maceta y plántate en ella, pues eres una flor. Si eres tan delicado como para vivir sin tu atmósfera mimada, eres tan delicado y frágil como una planta y no eres apto para nuestro género. No vives en el desierto, así que apaga el aire acondicionado y deja de ser un marica.

En cuanto a los ciclistas, estoy harto de los activistas que siempre tratan de establecer un punto ocupando un carril entero. La mayoría de las veces, los ciclistas pueden orillarse con toda seguridad para permitir que los automóviles pasen, cuando menos los que no son idiotas llorones. Básicamente, mi problema es con los llorones. Hay muchos en ambos bandos, y la solución para todos ellos es que sean más como yo. Soy el mejor. Quiero cogerme a mí mismo porque soy la persona más atractiva que conozco. Sobre todo por mis piernas.



Fuentes:


[1] Maddox utiliza la palabra “freeway” que en castellano equivale a una autopista, libramiento o una gran avenida. En las ciudades mexicanas sería lo equivalente a un periférico.

Publicar un comentario

Copyright © Pillaje Cibernético. Diseñado por OddThemes