Ya en otra parte decíamos que no había sido fácil, no obstante, tampoco ha sido pesado ni oneroso, muy por el contrario ha sido una grata experiencia, aunque en ocasiones hemos tenido que chocar, cómo no, con las vicisitudes de la vida.
Con el año nuevo (ojito, el del calendario gregoriano) llegan, porque pareciera un hecho humano medir las cosas por ciclos en eterna revolución, ideas de novedad, de renacimiento, de nuevos bríos; todo eso está muy bien, si no fuera por estas simpáticas ñoñadas nos quedábamos picando la tierra con un palo.
Entre las novedades que a nosotros nos toca introducir no podemos dejar de mencionar las geniales aportaciones de Enid Carrillo, ínclita pachuqueña de gran talento y aún mayores ideas; también vendrán más palabrejos en Étymos, más cuitas de cocina económica y, por supuesto, la continuación del excelente ciclo de los Bond, a cargo del excepcional Caesar H. Strauss. Por ahí, como es costumbre, han de colarse algunos autores invitados y, por supuesto, habrá críticas, reseñas, literatura, juegos de video, películas y un largo etcétera. Pinta a que será un año ocupado, en efecto, y nada puede darle más gusto a un ocioso que ser productivo en la materia más fútil y sin provecho que pueda haber en la tierra, así que todos andamos contentos con el panorama.
En fin, que esta breve editorial no tiene otro propósito que desearles un año 2016 de la era de Nuestro Señor feliz, sin amenazas islamoestatales y hasta próspero si se portan lo suficientemente bien. Por acá seguiremos esperando sus comentarios, masunos, laics y erretés.
Vale.
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