Colaboración especial. Texto de Gilberto Blanco
Hace un año recibí una invitación del Centro Cultural Tlatelolco para
impartir la clase sobre La Triple Alianza (Tenochtitlan, Tetzcoco, Tlacopan).
Cuando me puse a hacer la investigación me encontré con un libro titulado La extensión del imperio de los culhua
mexica[1].
El libro era de un tal Robert H. Barlow. Nunca había oído hablar del autor, sin
embargo el libro no sólo me fue de utilidad, sino que fue el mejor libro que
había leído sobre la Triple Alianza además de uno de Pedro Carrasco[2]. Busqué
más libros de aquel Barlow y me encontré con que era un experto en los códices
del centro de México, así como de la historia de los mexicas en su etapa
inicial.
Una de sus tesis más importantes es en la que
afirma que en un inicio, y hasta aproximadamente el gobierno de Motecuhzoma
Ilhuicamina, los mexicas y los tlaxcaltecas eran ciudades aliadas. Además, su
libro en el que trata la rivalidad de Tlatelolco con Tenochtitlan[3] me pareció
otra de sus obras cumbre.
Este año fui profundizando en el tema de la literatura
de terror. Releí a Lovecraft y a Poe y comencé también a leer al círculo de
Lovecraft, a un par de autores góticos anteriores a Poe como E.T.A. Hoffman y
luego decidí acercarme a escritos académicos que versaran en torno a tan
interesante literatura.
Necesariamente ese camino me llevó al ensayo de
Lovecraft[4] sobre
dicho género.
Se preguntarán ustedes por qué cambié radicalmente
de tema, pasando de un historiador especialista en el México Antiguo a la
literatura de terror. Pues bien, la respuesta es sencilla: cuando leí el ensayo
de Lovecraft descubrí que él menciona en más de una ocasión a un tal Robert
Barlow.
Cuando leí el nombre en el ensayo sonreí al pensar
en la coincidencia de que el amigo de Lovecraft fuese homónimo del historiador
prehispanista. Sin embargo, más adelante me encontré con otra mención a ese
Robert Barlow, sólo que esa vez Lovecraft escribió una H entre el nombre y el
apellido.
Empecé a creer que no era coincidencia y que no
eran homónimos pero, ¿cómo es que un amigo de Lovecraft, escritor de algunos
cuentos de terror, iba a terminar siendo historiador prehispanista? No me cabía
eso en la cabeza pero me decidí a investigarlo, y ello me llevó a descubrir la
vida del prehispanista más terrorífico que haya conocido.
Robert Hayward Barlow nació el 18 de mayo de 1918
en Leavenworth, Kansas, sin embargo, gran parte de su vida la pasó en Georgia,
Florida y Washington D.C.. Fue durante este tiempo que conoció a Howard Phillips
Lovecraft.
Se dice que Lovecraft no sabía que Barlow tenía
sólo trece años cuando comenzó su correspondencia. Después de 1931, año en que
comenzaron a tener contacto, Lovecraft motivó a Robert Barlow a publicar los
que eran sus primeros cuentos de terror, como son “Annals of the jinns”, “The slaying of the Monster” y
“The Hoard of the wizard-beast and one other”. Por aquel entonces también
comenzó a cartearse con su tocayo, Robert E. Howard, otro personaje destacado
del círculo de Lovecraft.
Lovecraft visitó frecuentemente a Barlow cuando
éste residía en Florida y se volvieron grandes amigos pese a la diferencia de
edad. Barlow se volvió parte importante de la vida de Lovecraft, pues fue él
quien conservó la mayoría de los manuscritos de Lovecraft después de su muerte,
pues él mismo se encargaba de mecanografiarlos, tarea que Lovecraft odiaba más
que nada en este mundo.
Gracias a esto, Barlow también trabajó como editor
de su propia revista, The Dragon-Fly,
donde se publicaron, entre otros, cuentos como “Los gatos de Ulthar”. A la muerte de Lovecraft, Barlow
participó en la edición y publicación de su biografía, así como del cuaderno de
notas (que ha inspirado a un servidor a escribir ya un par de cuentos) que
usaba Lovecraft cuando soñaba o imaginaba algo.
La muerte de Lovecraft y algunos problemas
familiares cimbraron la vida de Barlow. En 1943 decide viajar a México llevando
consigo el manuscrito original de “En la noche de los tiempos” —mi cuento
favorito de Lovecraft— y unos amplios conocimientos de antropología mexicana
que no he logrado rastrear cómo y dónde adquirió, por lo que comenzó a dar
clases de historia y antropología en diversas escuelas. En 1948, cuando se
descubre la genialidad que tiene Barlow para la historia antigua de México, se
vuelve presidente del departamento de antropología en el Mexico City College
(ahora Universidad de las Américas) donde tuvo contacto con muchos antropólogos
e historiadores famosos de la época.
Barlow aprendió a la perfección el náhuatl y se
volvió un experto de los códices del centro de México, si bien también trabajó
códices mayas y mixtecos. Conoció a escritores como William Burroughs, además
de a otros tantos que también pertenecieron al círculo de Lovecraft.
Es muchísimo más lo que hizo, escribió y conoció
Barlow, y hubiera hecho aún más de no haberse suicidado, sin embargo, sus
hechos son demasiados como para seguirlos redactando aquí.
En 1944 Barlow mostraba ya indicios de una
depresión profunda y con tendencias suicidas. Todo estalló cuando comenzó a
recibir amenazas. Esas amenazas no eran de muerte ni nada parecido; sencillamente
se le amenazaba con hacer pública su homosexualidad, algo que le hubiera
arruinado la vida en esa época. Presionado por ello, el primero o segundo día
de enero del año 1951, Howard se encerró en la habitación del hotel en que se
hospedaba en Azcapotzalco y colgó un letrero escrito en pictogramas mayas que
se tradujo como “No molestar. Quiero dormir mucho, mucho tiempo”. Barlow ya no
despertó tras la cantidad de pastillas que consumió.
La vida de Barlow fue sumamente interesante y
destacó en cuanto hizo. Es injustamente poco recordado tanto como amigo de
Lovecraft y como escritor de terror (se
recuerda más a otros Roberts como Howard, Bloch, Chambers) y es injustamente
poco recordado como prehispanista (se recuerda más a León-Portilla, Monjaras-Ruiz,
los López…), por eso he decidido recordarlo en este breve homenaje.
Cuando sea grande quiero ser como él.
- [1] Barlow, Robert H., La extensión del
imperio de los culhua mexica, trad. y notas de Jesús Monjaras-Ruiz, México,
INAH-Universidad de las Americas, 1992, 262pp.
- [2] Carrasco Pizana, Pedro, The Tenochca
Empire of ancient Mexico: the triple Alliance of Tenochtitlan, Tetzcoco and
Tlacopan, Norman, University of Oklahoma Press, 1999, 542pp.
- [3]
Barlow, Robert H., Tlatelolco: rival de
Tenochtitlan, México, INAH, 1987, 164pp.
- [4]
Lovecraft, H.P., El horror sobrenatural
en la literatura y otros escritos teóricos y autobiográficos, ed. Juan
Antonio Molina Foix, Madrid, Valdemar, 2010, 451pp.
Wow... Genial impresion acerca de la vida, obra e influencia de Barlow. Con este escrito me motivaste a buscar mas de su faceta como antropologo y prehispanista; de su obra fantastica recomiendo ampliamente su relato Hasta en los Mares, escrito en colaboracion con Lovecraft. Saludos!
ResponderBorrar@Jorge Sanchez ¡Hola, Jorge! Qué gusto que te haya interesado esta entrada. Aquí tienes un foro abierto para leer, comentar y también escribir. ¡Saludos!
ResponderBorrarLa revista arqueologia mexicana (150), lo mensiona en un articulo de Xavier Noguez. Pero solo dice, se suicido. Nada mas, lo que me llevó a buscar sobre el, lo que aquí cuentas me sorprende, gracias por aclarar las dudas, saludos
ResponderBorrarEl cuento titulado "La noche del océano" es una obra maestra, como para utilizarse para enseñar acerca de cómo se escribe un buen cuento de horror cósmico y del cual sospecho es más de Robert H. Barlow que de Lovecraft, aunque en todas las antologías lo etiquetan como una de las colaboraciones entre estos dos grandes autores.
ResponderBorrar