Estreno mis letras aquí por invitación de uno de los administradores, a quien le agradezco la buena voluntad que me ha mostrado, y quiero empezar con unas cuantas reflexiones sobre la dicha de ser blogger y también la de dedicarse al periodismo… bueno, dicho esto último entre comillas, así: “periodismo”.
Desde ha muy poco me encontré con el encanto del publicar alguna que otra nota. Hoy por hoy es más difícil hacer esto de las publicaciones, por aquello de la corrección política y de que uno debe cuidarse por mil y un sandeces que ocurren. A mí en lo personal me enferman los despliegues de pseudo justicia, esto es, el mundo me enferma más cada día. Finalmente, empero, pude venir a toparme con un espacio sin censuras, donde cada cual escribe a su libre albedrío (y quizá es porque nadie lo lee, pero bueno, algún día llegarán… o no, ¿quién lo sabe?) y por eso me decidí a acceder. Cierto es que esto no es asunto fácil, no hay modo de ser libre siempre y quizá no todas mis entradas reciban la publicidad que otras (especialmente las de los administradores, a quienes Dios guarde). Pues la verdad es que yo únicamente busco un espacio para ser libre en cuanto a letras se refiere, las únicas condiciones que aquí se me imponen es no ser uno de esos imbéciles cuya escritura es más ininteligible que el pensamiento de una ex novia, así que, a lo que creo, voy por buen camino. Por ahí alguien ha comentado que soy bastante barroco y por estos lares eso es muy pero que muy apreciado.
En fin, para cumplir con el título de este post quería aprovechar para comentar las delicias de la librescritura así como las del periodismo apócrifo. Hace varios años escuché una entrevista que se hizo a Óscar de la Borbolla, genial el viejo; hablaba de una columna que mantenía llena de mentiras y que la gente leía con fruición solo para despotricar contra el mundo, creyendo sinceramente que el chistoso de Óscar publicaba la verdad. Algo así es inspirador y, en un país donde la comedia está prácticamente condenada a estupideces carentes de sentido y chistes vacíos de significado (parece que todavía retacar de leperadas un enunciado es algo muy efectivo para el pueblo), las noticias falsas son lo que más falta hace. El Deforma es un excelente ejemplo de gracia y donaire, pero tiene el defecto de no contar con un amplio abanico de capacidades humorísticas, todo es corriente del uso y no hay una verdadera cuestión sobre la corrección política, algo que odio con todo mi ser. Aquí vine a toparme con una nota que tuve la gracia de colorear y reponer en otro blog, quien quiera verlo sírvase visitar nuestro menú de sitios recomendados, de momento son pocos pero estoy seguro de que aumentarán.
Nunca había leído nada sobre el pillaje. A ser sincero, no entiendo bien de qué va el palabro, parece como una especie de comodín léxico, al estilo de la biblia vaquera del impresentable de Velásquez. Bueno, pues así las cosas, quiero invitar a los dos o tres lectores a los que les llegue lo que aquí se plasma que me sigan, tanto en este espacio del que no pienso desafanarme como en Pachuca Insólito (vean el menú, visiten las ligas). No apoyen la censura y que sean felices.
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El encanto de bloguear y la sabrosura del periodismo informal
Por Tuzo Pillo Hora 01:10 0
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