Manifiesto del pillaje

Manifiesto del pillaje


Nota previa

     Ante las incesantes preguntas de nuestros lectores, que por largo tiempo estuvieron amparadas en la oscuridad del silencio, hemos tomado aquí la determinación de dar una respuesta, aunque no definitiva, a sus inquietudes más recurrentes, con lo que además hemos dejado las cuestiones que exigen contestaciones más puntillosas para próximas entradas que puedan constituir ejemplos el espíritu y esencia del pillaje, es decir, su quid.
     La duda, que parece a la par una sugerencia, sobre destinar este espacio al debate cultural construido alrededor de textos o fragmentos significativos para la cultura no parece del todo reprobable, pero hemos querido mantener fuera de la cuestión textos ajenos porque es responsabilidad de los lectores hacerse del acervo necesario para participar de la lectura contenida en este espacio y, por ende, generar tópicos debatibles. Si bien no nos jactamos de ninguna erudición superior, para comprender a cabalidad las construcciones ideológicas planteadas por nosotros, sería recomendable solicitar o recomendar materiales específicos y no ostentar una pasividad intelectual al momento de allegarse al blog. Por otra parte, lo de compartir textos parece buena idea, pero nos hemos negado a ello para que este espacio no se parezca a la pendejada que lleva por nombre “caballo de letras”, perpetrada por alan elias (con minúsculas y sin tildar porque no se merece ninguna clase de respeto, ni siquiera ortográfico, un fulano tan ignorante al tiempo que pedante). Sin embargo, en vista de la recepción tan positiva que hemos visto alrededor de las entradas más personales, cabría destacar que la utilización del blog para vomitar aquí lo primero que viene a la mente no va ni por asomo con el espíritu del pillaje, por lo que las aportaciones etiquetadas como el galimatías que las constituye deben comprenderse de dicha manera y no otra.
     Sobre las cuestiones de generar una bitácora por autor, parece tentador seguir la línea sin embargo nuestra pretensión ha sido enfocar este espacio menos al asunto estrictamente personal, aunque no por ello quede desterrado del todo, pero para esto pueden revisarse las etiquetas existentes y recurrir a la que mejor responda a las inquietudes del lector. Cabe aquí hacer el apunte de que buscamos otorgar mayor número de entradas a textos como la «Introducción» a la Necesidad del pillaje, puesto que constituyen la esencia del espíritu del pillaje cibernético promovido aquí. Precisamente, en pos de una mejor aceptación de dicha doctrina, es que esta entrada tiene por consigna establecer los puntos clave. La comprensión, lo sabemos de sobra, es un fenómeno complicado y, especialmente en el mundo blogger, existen infinitas limitaciones intelectuales que impiden la captación completa, conveniente y adecuada de los presupuestos que se expresan en todas partes, por lo que no se aspira aquí a crear una constitución universal, sino a plantear una serie de pautas básicas que se enriquezcan con el paso del tiempo y conforme se aumenten las lecturas.
     En cuanto al anonimato, parcialmente vigente el día de hoy, que en su día recubrió las identidades de los participantes de este espacio, es factible declarar que no es ya un requisito y que las identidades pueden o no desvelarse cuando se desee. En el entendido de que somos productos culturales, la identidad no es sino el sello con que se contienen caracteres y personalidades alejadas de la imposición social capitalista y democrática, por lo que los nombres se revelan inexactos, las fotografías se demuestran imprecisas y toda ligación con una persona es mera ilusión, precisamente como el concepto de persona que se ostenta en las sociedades contemporáneas de Occidente. No existe el anonimato porque, en realidad, no existen los nombres. Aquí y en todas partes, constituimos un mero fenómeno discursivorreferencial.

El pillaje

     Nosotros, quienes profesamos y vivimos el pillaje, hacemos manifiesto y claro que:
  1. El pillaje es todo aquello en cuya ejecución se enuncia, de la forma que sea mejor concebida por quien en plena ejecución se encuentra, el nombre del pillaje a todo pulmón con el característico grito de esta comunidad que como primer artículo lleva la denominación doctrinal, es decir: ¡PILLAJE!
    Anexo a la cláusula primera: establece la Sociedad Universal del Pillaje (en adelante SUP), que debe gritarse o invocarse al ¡PILLAJE! tal cual está escrito, en mayúsculas y propiciando una apertura longitudinal, que pueda generar una pronunciación en itálicas, de suerte que al momento de alcanzar la letra e, por su exhalación en itálica ésta haya de prolongarse hasta que el aire en su totalidad sea expelido de los pulmones y se encuentre exhalado a compleción al alcanzar la pronunciación enfática del signo de admiración de cierre.
  2. El pillaje es teórico en cuanto teoría y práctico en cuanto teoría en aplicación, motivo por el que puede y aun debe manifestarse cada pillaje individual cuando se crea conveniente, estableciendo previamente los alcances de dicho pillaje para no incurrir en ambigüedades de ninguna clase ni de dobles anfibologías peripateticoestrávicas retoricoantinomolingüísticas o de cualquiera otro tipo imaginable.
  3. El pillaje no es ninguna suerte de respuesta sensorial meridiana autónoma.
    Anexo a la cláusula tercera: la respuesta sensorial meridiana autónoma no deja de ser un lujo que los partidarios del pillaje pueden y aun deben gozar la mayoría del tiempo que no estén dedicados al pillaje mencionado.
  4. El pillaje es una excepción entre las normas y una perturbación en la afinación cósmica, por lo que las teorías propias del viaje temporal-estelar propuestas por Valum Votán en la quingentésima parte de sus obras filosóficas debe entenderse como una derivación directa pero no exacta de la comprensión del pillaje sobre los términos de la viada, lo cual se contrapone en hecho, ciencia y espíritu al pillaje más primigenio y perfecto, que es el ya mencionado ¡PILLAJE! y, por ende, sólo ha de profesarse con la cautelosa y adecuada aplicación de lo aquí estipulado a conciencia.
  5. El pillaje no puede prescribirse.
    Anexo a la cláusula quinta: el pillaje es preescritura, no obstante.
  6. El pillaje no contrasta necesariamente con la concepción radical de la extinción de las especies por acción del queso fermentado. En esta postura debe aclararse, asimismo que el queso forma parte inalienable e inseparable del espíritu del pillaje, en todas sus formas concebibles, por lo que la profesión y ejercicio del pillaje puede quedar cumplida cabalmente con la introducción del elemento queso en las fronteras de la concienciación humana, de manera que ¡PILLAJE! y queso son un mismo elemento manifiesto en dos formas sensibles diferentes.
  7. El pillaje sólo puede transmitirse de un cuerpo que se encuentra en estado de pillaje a otro que se encuentra en estado de asenso del pillaje, ya que no puede existir en la relación de intercambio energético un polo que no pretenda hacerse susceptible del pillaje por ser éste elemento muy puntilloso en la elección de sus portadores.
    Anexo a la cláusula séptima: la susceptibilidad solo puede lograrse mediante la presencia subatómica del elemento generador del pillaje, que según los Antiguos es llamado pillajexón, y se encuentra en estado puro en toda la naturaleza pero no activo. La activación, por ende, requiere de los niveles físico-energético que comportan la clara liberación del potencial del pillajexón, llamado pillajestía. La reacción requerida no varía y es siempre un movimiento de abajo hacia arriba y de frente hacia atrás que conforma la universal manifestación del pillaje y que suscitó el nacimiento de su vocalización como ¡PILLAJE!
  8. Pillaje y viada no comportan un par cosmogónico.
  9. El pillaje perfecto se compone del feliz maridaje entre teoría y práctica en todo lo relacionado con la existencia humana, de suerte que puede alcanzar proporciones escalofriantemente antropomórficas cuando la cantidad de pillajestía supera los niveles en que toda otra energía se encuentra en un cuerpo determinado, originando la nada deleznable generación espontánea del pillaje y que comporta la absorción del universo en un solo pillajexón, lo que impide la teoría del viaje de Valum Votán y otros, como su discípulo Gurdijeff Kimmler, quien aseguró que el pillajexón es la cláusula exacta de la existencia propuesta por la especulación matemática. De esta forma, es posible saber que el pillajexón contenedor es en sí mismo nuestro universo, pero la realidad es que la pillajestía interdimensional imposibilidad una multiversalidad contenida a manera de caja china, puesto que el pillajexón es sólido e indivisible y no se compone por átomos. Las creencias heréticas que han querido identificar la pillajestía con la viada primigenia, por tanto, priman en esta  suerte de errores que deben desterrarse porque solo el pillajexón teórico-pragmático comporta el universo.
  10. El pillaje debe manifestarse siempre.
¡PILLAJE!

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